Inversiones en bienes raíces, real estate, realtor en Argentina
Esa es la cuestión. El foco en difusión coloca por sobre la seguridad de la operatoria en las inmobiliarias las comisiones o aspectos menos importante en la relación entre comprador y empresa inmobiliaria, cuando la realidad y las estadísticas, demuestran que las inmobiliarias son un intermediario adecuado, no sólo por razones de seguridad en el movimiento de grandes montos de dineros, sino por servicios que tanto el comprador, como el vendedor son parte del beneficio.
Las estadísticas muestran que hay demasiadas irregularidades en operatorias no supervisadas por inmobiliarias, las cuales surgen en algún momento, siempre después del traspaso del costo del inmueble.
Otros aspectos de la operatoria son la información con que cuenta la inmobiliaria, no sólo de una valuación real del inmuebles, sino de las ventajas o desventajas por situaciones desconocidas para el comprador, como por ejemplo, los típicos emprendimientos constructivos que afectarán el valor de la propiedad, e incluso las razones por las que un cliente decide una compra, ya sea por el lugar geográfico, calidad de la construcción, estado general, servicios, seguridad, e incluso la situación de legalidad del inmueble.
En los casos en que dueños ofrecen a comprador directo ya hay un desequilibrio de información, hay un vendedor que hará todo lo posible por disfrazar los posibles inconvenientes y un comprador que no está convenientemente asesorado.
Algunos de los errores que se cometen en las operatorias directas, cuyas estadísticas aumentan a diario, son fáciles de neutralizar si se recurre a una inmobiliaria, la comisión de las inmobiliarias es insignificante frente al perjuicio que produce una estafa completa.
Por ello, hay algunos indicios que debe poner en alerta al comprador: La venta directa de dueño con apuro, ansiedad por vender, el propietario suele proveer datos bancarios para realizar la transferencia por adelantado; el instrumento bancario, sin la asesoría de la inmobiliaria está viciada de aspectos que los estafadores saben usar, por ejemplo: la transacción bancaria puedo estar sujeta a demoras por políticas del propio banco y se evita documentación respaldatoria porque en el medio hay un limbo, ni el dueño tiene el dinero, ni el comprador, están a la espera de que ocurra la acción, mientras, hay una indefensión por parte del comprador, que no recibirá el inmueble o documentación, ya que realmente el dinero no está en manos del vendedor, sino de la institución bancaria, que a su vez, no es responsable de lo que está ocurriendo con ese dinero y cuenta, probablemente con mecanismos de retención, en casos de reclamos u otros aspectos de orden de operatoria bancaria.
Se han encontrado operatorias de estafa, no con el inmueble mismo sino con la operatoria bancaria, en el caso del comprador que transfiere un monto superior al pactado y pide al vendedor una devolución, que el mismo debe realizar a su vez como transferencia, basados en un documento de transferencia que puedo no haber sido emitido realmente, sino “armado”. Es uno de los casos de estafa en la que el vendedor pierde dinero, sin que haya un registro real de compra.
Las inmobiliarias cuentan con medios para tener conocimientos sobre ambas partes y su función es beneficiar a ambos, la satisfacción de ambas partes es el beneficio de la inmobiliaria, como un plus más importante que la comisión en la transacción, puesto que una operatoria concreta, le traerá otros clientes y recomendaciones.
Sin siquiera moverse la titularidad del inmueble hay formas de operar con la complicidad inocente de las operatorias bancarias que se puede evitar confiando en las inmobiliarias con experiencia.
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